La verdad es que extrañaba el blog. Pero, que puedo decir, he estado tapada de trabajo (por suerte), de parciales en la facu y en un momento de gran crecimiento para mi carrera y la de mi esposo. Debería estar feliz, pero por ahora no estamos pasando un gran momento. He pasado largas horas fuera de casa y por lo tanto he perdido muchos momentos importantes en la vida de mi hija que a sus 2 años y 7 meses ha avanzado mucho de la última vez que publiqué algo, apenas hablaba ahora es una conversadora experta.
Estamos atravesando un momento muy importante en nuestras vidas, mi marido recibió una propuesta laboral para trabajar en Francia por 6 larguísimos meses y yo tengo estos 6 meses repletos de trabajo y otras obligaciones. Hemos acordado que lo mejor tal vez sería que Dido viajara con mi marido, que al fin y al cabo tendrá mas horas para dedicarle que yo, si se quedara en Argentina tal vez pasaría muchas horas con una niñera. Pero… 6 meses alejada de mi bebé! creo que no resistiría ni dos días sin ella, ni hablar de todo este tiempo perdido que me genera una culpabilidad insoportable. Hace un poco mas de un mes dejo de mamar, no se si por las pocas horas que compartíamos o porque ya es grandecita como dicen muchos, pero me genera mucha tristeza el saber que ya no compartimos ese momento juntas y tal vez por mi culpa, no lo sé. De todos modos me alegro de estos dos años de lactancia feliz y tranquila, pero como todo, tiene su final en este caso se puede decir que a pesar de todo es feliz, porque ella lo dejó solita y tal vez naturalmente al ver que su mamá ya no estaba tanto tiempo en casa.
Y es que es tan dificil para mi verla crecer, separarse de nosotros. El tiempo pasa muy rápido y a veces tengo la sensación de no disfrutarla lo suficiente, crisis materna supongo y un poco de pesar por mis ausencias, cuando me gustaría tenerla al 100% conmigo, a pesar de que a veces me saque un poco de mis casillas ella es la lucesita de mis ojos, la criatura mas bella y perfecta que existe en el mundo, la única capaz de alegrarme cuando falleció mi abuelo. Llegó a mi vida por casualidad y en este momento se me viene a la mente la canción de Drexler «de amor y de casualidad» así llego ella a mi vida.
A veces cuando la veo hablando con sus amiguitas dos años mayores que ella, cuidando a sus bebés, peinandose, trepándose a un arbol, discutir con su amiguito Tomy ya no veo mas a mi bebé, ahora es toda una nena. Pero no, no es una nena, aun sigue siendo mi bebé pero no tan bebé, tampoco es una nena, es una bebé grande pero ya no es mi bebé la que solía ser. Ahora va al baño solita, se resiste a que la acompañemos, insiste en hacer todo sola, saluda a los vecinos, se levanta solita, elige su ropa, duerme solita (aunque a veces se viene con nosotros, especialmente los días de lluvia, me pregunto si le dará miedo), ya tiene sus propios bebés, ya tiene sus amiguitos, se comunica solita, tiene sus propias ideas, sus propios enojos, sus cuentos, canciones y colores favoritos (que suele cambiar todos los días), esta aprendiendo a tocar el violín, pero su pasión ahora es la danza clásica, es oído absoluto (me imagino que tiene que ver por la estimulacion musical en casa) y le encantan las princesas, a pesar de no haber visto nunca una película de ellas. Esa es mi hija, tal vez creo que sea hora de comenzar a aceptar el hecho de que algún día ya no será mi bebé, sino una mujer resuelta.